CUERDAS CON TENDONES

Por A.G.N.

22 de Febrero de 2012

          

 

Los tendones de animales son una de las materias primas más buscadas por los amantes de las Tecnologías Primitivas. Se hacen casi insustituibles a la hora de enmangar una punta de flecha al ástil de madera con solidez y sin perjudicar su penetrabilidad. También son muy utilizados para reforzar el dorso ("back") de los arcos de madera ( Long bow,... ) para imprimirles mayor potencia. En ambos casos , los tendones, aún húmedos, se compactan aplicando un adhesivo natural, resultado de cocer a baja temperatura, durante horas, restos de tendones, pieles , etc ,  que al secarse los endurece.

              

          La Naturaleza ha diseñado los tendones como elementos de unión entre los músculo y el hueso. Son tejido conjuntivo formado por un 99% de colágeno y el resto de elastina. Ambas proteínas le dotan de sus peculiares características. Tiene gran capacidad de resistencia a la tracción con una elasticidad ínfima. Esta tenacidad y su capacidad de compactarse impregnándoles con su propio colágeno , los hacen deseables para un gran número de soluciones de fortuna.

          Se pueden unir longitudinalmente estas fibras de tendón deshilachadas de forma simple. Basta con solapar los extremos húmedos y tras una ligera torsión, dejarlos secar. Así, podremos elaborar hilos de cierta resistencia, muy rapidamente para improvisar lazos, resortes, mallas o coser rasgaduras en los ropajes. Si estos hilos los torsionamos a su vez , tendremos cuerdas más gruesas y fuertes con las que apañarnos.

                

          Los tendones de animales estabulados en granjas, no resultan tan óptimos. Aún recuerdo en mis manos los primeros tendones de avestruz sacrificadas para carne,  en la Comunidad de Madrid . Para mi sorpresa, a  pesar de su grosor y longitud , no tenían la fuerza que buscaba. De mi experiencia, cuanto  más salvaje sea el animal, mayor calidad. El mejor resultado lo obtengo usando tendones de ciervo y de otros ungulados silvestres.

          Recomiendo, una vez extraido el tendón, no utilizarlo en fresco. Es preferible dejarlos secar varios días. Se vuelven rígidos, pero cuando los necesito, un día antes, los sumerjo en agua para luego aplanarlos a base de golpes con un objeto pesado y romo, con cuidado de no producir cortes. Una vez quedan  a modo de cinta plana, puedo extraer más facilmente las fibras, de forma manual.

          Secos, duran años  sin mermar sus propiedades. Solo necesitarán más remojo cuanto mayor tiempo lleven almacenados. A pesar de sus propiedades, tienen un inconveniente y es que una elevada humedad , la  lluvia o si se mojan, se reblandecen las uniones.  Tenerlo en cuenta.